Más tiempo para organizarte: Administra mejor tus finanzas antes de iniciar los pagos.
Flexibilidad real: Si esperas ingresos adicionales (aguinaldo, bonos, comisiones), puedes aprovecharlos para cubrir tus mensualidades.
Un respiro financiero: Inicias tu crédito más adelante, lo que te da margen para arrancar con tranquilidad.